Si retrocedemos en el tiempo, unos sesenta años atrás, seríamos testigos de una las demostraciones más crueles de racismo: el apartheid. Dentro de los sucesos repudiables que pasaron durante esta época, éste se destaca.
Corría el año 1960 y los pobladores de Shaperville estaban protestando por la suspensión de la ley de pases. Gracias a aquella ley, toda la gente negra debía portar un documento donde se registraba su lugar de residencia y trabajo, cualquier policía podía pedir ese papel en cualquier sitio. El castigo por lo portarlo era la cárcel.
De pronto, en medio de la manifestación, la policía blanca comenzó a tirar a mansalva a los manifestantes, que estaban desarmados. Murieron 69 personas.
Después de esta masacre, la actitud del Congreso Nacional Africano, liderado por Nelson Mandela, dio un giro: dejó de lado la “no violencia” para organizar guerrillas y, aunque sus acciones fueron menores, cuatro años más tarde Mandela fue detenido y condenado a cadena perpetua.
Lo curioso de esta fecha (21 de marzo) es que la ONU la conmemora como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, para rechazar los prejuicios raciales, la intolerancia, la xenofobia y el racismo. Algo de lo que todavía, lamentablemente, seguimos siendo testigos y muchas veces partícipes. Que no quede como una fecha más. Que sirva como ejemplo de lo que no hay que hacer.
Corría el año 1960 y los pobladores de Shaperville estaban protestando por la suspensión de la ley de pases. Gracias a aquella ley, toda la gente negra debía portar un documento donde se registraba su lugar de residencia y trabajo, cualquier policía podía pedir ese papel en cualquier sitio. El castigo por lo portarlo era la cárcel.
De pronto, en medio de la manifestación, la policía blanca comenzó a tirar a mansalva a los manifestantes, que estaban desarmados. Murieron 69 personas.
Después de esta masacre, la actitud del Congreso Nacional Africano, liderado por Nelson Mandela, dio un giro: dejó de lado la “no violencia” para organizar guerrillas y, aunque sus acciones fueron menores, cuatro años más tarde Mandela fue detenido y condenado a cadena perpetua.
Lo curioso de esta fecha (21 de marzo) es que la ONU la conmemora como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, para rechazar los prejuicios raciales, la intolerancia, la xenofobia y el racismo. Algo de lo que todavía, lamentablemente, seguimos siendo testigos y muchas veces partícipes. Que no quede como una fecha más. Que sirva como ejemplo de lo que no hay que hacer.